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EL PEPINO, TAN IMPORTANTE EN LA TIERRA COMO EN NUESTRA MESA

12 diciembre 2022

 

El pepino es un cultivo que pertenece a la familia Cucurbitaceae, siendo su nombre botánico Cucumis sativus, su género Cucumis y su especie, C. Sativus.

Si es de un tamaño que consideramos “normal”, se utiliza para consumo fresco en ensaladas o como ingrediente en recetas, si es de menor tamaño se suele utilizar para procesamiento.

 

HISTORIA

Históricamente el pepino tiene su origen en el sur de Asia, y más concretamente en las regiones tropicales, donde lleva siendo cultivado desde hace más de 3.000 años. Desde su lugar de origen, fue pasando a Grecia, después a Roma y posteriormente a China. Hay indicios que muestran que nuestro protagonista se cultivaba y consumía en la Francia del siglo IX, en la Inglaterra del siglo XIV y en la Norteamérica de mediados del siglo XVI, ya que Cristóbal Colón llevó semillas a América.

Origen del pepino

¿POR QUÉ ES BUENO?

Puede que el pepino no sea una de nuestras primeras opciones cuando buscamos hortalizas con una carga notable de propiedades nutritivas. Pero aunque esté en un segundo plano, sigue cumpliendo un importante papel en nuestra huerta y nuestra dieta. Por ejemplo, es una alternativa indispensable para luchar contra la hipertensión o el ácido úrico alto, por la cantidad de Potasio y el bajo contenido en Sodio que tiene. Otro consejo muy recomendable, es consumirlo con toda, o algo de piel (eso sí, bien lavada). Aportará mayor cantidad de fibra y contendrá un importante contenido en beta-carotenos.

 

MORFOLOGÍA

Morfología del pepino
Sus raíces forman parte de un potente sistema radicular. Parte de una raíz principal, que a medida que va creciendo, da paso a unas raíces secundarias finas, alargadas y de color blanco. Pertenece a una planta herbácea anual trepadora. Su hoja es simple de pecíolo largo y gran limbo acorazonado, con tres lóbulos pronunciados, de color verde oscuro y suele estar cubierto de una especie de vello muy fino. Las hojas son alternas y opuestas a los zarcillos. Por lo que se refiere a su tallo, es anguloso y espinoso, de porte rastrero y trepador y puede llegar a medir más de 3,5 metros de altura. En cuanto a sus flores, son de corto pedúnculo y pétalos amarillos y aparecen en las axilas de las hojas, pudiendo ser hermafroditas o unisexuales. Por último, su fruto es (dependiendo de la variedad) pepónide áspero o liso. Va cambiando de un color verde claro, a uno oscuro, hasta llegar a un color amarillento cuando está totalmente maduro, aunque se suele recolectar antes de su madurez fisiológica. Su pulpa tiene color blanquecino, acuosa, con semillas ovales y de color blanco-amarillento, que suelen estar repartidas a lo largo de todo el fruto.

Pepino corto y pepinillo: Variedades de fruto pequeño, piel verde y rayada de amarillo o blanco. Consumo en fresco o para encurtido. Las variedades pueden ser monoicas, ginoicas con polinizador y ginoicas partenocárpicas.

Pepino medio largo. Longitud media, monoicas y ginoicas. Dentro de estas últimas, se diferencian las variedades cuyos frutos tiene espinas y las de piel lisa o minipepinos, de floración totalmente partenocárpica.

Pepino largo. Frutos que superan los 25 cm de longitud, ginoicas, de frutos totalmente partenocárpicos y de piel lisa, más o menos asurcada. Hojas mucho más grandes.

 

CLIMA Y SUELO

El pepino tiene una gran capacidad de adaptación. Está presente en una gran cantidad de localidades españolas, pudiendo cultivarse desde el nivel del mar hasta los 1.300 metros sobre él. Esa gran capacidad de adaptación, puede aplicarse también a la temperatura, donde puede optimizar su rendimiento entre los 18 a 25 grados, hasta un máximo de 32 ºC. Por encima de ellos, pueden observarse ciertos desequilibrios en las plantas, que pueden llegar a afectar a los procesos de respiración y fotosíntesis. Además, las temperaturas nocturnas inferiores a los 17ºC, pueden producir malformaciones en sus hojas y frutos.

En cuanto a la humedad relativa, requiere entre 70 y 90% y tiene un alto requerimiento de agua. Es conveniente evitar los excesos de humedad durante el día, ya que pueden llegar a producir una reducción de la producción, al condicionar la transpiración y, en consecuencia, la fotosíntesis.

Aunque puede cultivarse en cualquier tipo de suelo de estructura suelta, los suelos más favorables para su cultivo son los de textura areno-arcillosa, bien drenados, con suficiente materia orgánica y con un pH entre 5,5 y 6,7. El pepino es medianamente tolerable a la salinidad, por eso, si la concentración de sales en el suelo es muy elevada, las plantas absorben con dificultad el agua, el crecimiento es más lento, el tallo se debilita, las hojas son más pequeñas y de color oscuro y los frutos obtenidos es probable que estén torcidos. Si la concentración de sales es baja, el resultado será totalmente al contrario, dando plantas más frondosas, que presentan mayor sensibilidad a diversas enfermedades.

 

PLANTACIÓN

Para su cultivo, el pepino necesita un terreno previamente preparado pasando el arado y la rastra, para dejar una textura fina y favorecer la producción de raíces. Su siembra suele ser en lomillos o montículos o directamente en el suelo. La distancia entre surcos está entre 1,2 y 1,5 metros y la distancia entre plantas suele ser de 20 centímetros.

La siembra se realiza en hoyos de 2-3cm de profundidad en los que se colocan de 3-4 semillas por golpe. Se ralea después y se deja solo 1 o 2 plantas por golpe.

 

CÓMO FERTILIZAR LOS PEPINOS

El pepino requiere de 150 a 200 kg/ha de Nitrógeno y 300 Kg/ha de Fósforo. Todo el Fósforo y la mitad del Nitrógeno, se aplican en la siembra. El Nitrógeno restante, se aplicará más o menos pasados los 30 días de la siembra. Estas cantidades suelen suplirse con fertilizante granulado de las fórmulas 12-24-12 o 10-30-10, en la cantidad de 1.660kg/ha para suplir el Fósforo y la mitad de Nitrógeno. Aproximadamente a los 30 días, se puede aplicar urea o nitrato de amonio en las cantidades de 138 kg/ha. Esta fertilización suele hacerse en banda, a la distancia de 5 a 10 cm de la semilla y a 5 cm de profundidad.
Evidentemente, el abonado del pepino cambia si lo estamos cultivando al aire libre o si queremos fertilizar un cultivo de pepino en invernadero.

Al aire libre, para una producción de entre 25 y 35 toneladas/ha, una recomendación de abonado puede ser la siguiente:

  • Nitrógeno (N): 100-120 U.F./ha
  • Fósforo (P2O5): 40-50 U.F./ha
  • Potasio (K2O): 120-160 U.F./ha

Sin embargo, si se trata de un pepino de invernadero, las producciones suben mucho más, debido al clima idóneo que tiene para su desarrollo.

  • Nitrógeno (N): 220-280 U.F./ha
  • Fósforo (P2O5): 130-150 U.F./ha
  • Potasio (K2O): 260-320 U.F./ha

Independientemente de donde se encuentre cultivado, en su fertilización el Fósforo juega un papel relevante en las etapas de enraizamiento y floración, ya que es determinante sobre la formación de raíces. El Calcio es determinante en la calidad y favorece una mejor defensa de las plantas frente a enfermedades. Los microelementos van a incidir notoriamente en el color de la fruta, su calidad y la resistencia de la planta, principalmente el Hierro y Manganeso.

Pepinos tratados con fertilizantes GREI de DFINNOVA
Pepinos tratados con fertilizantes GREI de DFINNOVA

Como ya sabemos no hay  nada mejor que empezar con un cultivo sano y fuerte desde un inicio, tanto si el cultivo va a ser en plántula o semilla. Esta vez, aprovechamos este articulo y os hablamos de nuestra familia GREI, una gama de fertilizantes radiculares que se convierten en una base esencial para nuestros cultivos. Esta gama contribuye a mejorar los rendimientos de las cosechas y son una herramienta indispensable en el manejo de los cultivos:

  • Reducen los efectos de fisiopatías relacionadas con los equilibrios nutricionales.
  • Influyen en la regulación del balance hídrico de la planta.

Incorporamos a esta gama de soluciones la tecnología AP® , un concentrado de origen natural rico en betaínas y polioles que producen un triple efecto.

  1. Actúa como osmoregulador , facilitando la absorción eficiente del agua y nutrientes sin gastos energético de la planta.
  2. Reactiva la apertura de canales específicos de la vía simplástica, denominados acuaporinas. A mayor índice de apertura de estos canales, mayor índice de absorción radicular de agua y nutrientes.
  3. Ayuda a regular desequilibrios nutricionales de diferentes relaciones de iones (NA˖/Ca₂+; Na+/K+ y Ca₂+/Mg₂+)

 

GREI E-LIQ


Solución a base de ácidos húmicos y fúlvicos provenientes de leonardita altamente humificada. Ayuda a superar condiciones de cansancio del suelo en general.

  • Mejora las condiciones físico-químicas
  • Movilizador y desbloqueador de nutrientes del suelo, para facilitar su asimilación.
  • Estimula el crecimiento radicular y aumenta la productividad de los cultivos.

 

GREI ZIRAT


Especialmente desarrollado para favorecer la absorción eficiente, rápida y sin gasto energético extra del elemento esencial Zinc, clave en procesos de implantación de cultivos como germinación y transplante.

  • Promueve el arranque y enraizamiento de los cultivos.
  • Permite una mejor implantación del cultivo.
  • Aumenta el vigor de los cultivos.

 

GREI EQUAL


Desarrollado para favorecer la absorción eficiente, rápida y sin gasto energético extra de los elementos nutricionales Calcio y Magnesio.

  • Induce respuestas de desarrollo estructurado de la raíz.
  • Estimula la formación de raíces secundarias.
  • Contribuye a mantener la estructura de las membranas celulares, lo que en el fruto representa mayor calidad organoléptica.

 

Ya sabes que en DFINNOVA tienes un equipo de especialistas cualificados que te ayudará al manejo de tu cultivo con nuestra amplia gama de soluciones tecnológicas que incluyen programas de nutrición completa y bioestimulación, para alcanzar los máximos rendimientos productivos.

Ponte en contacto con nosotros, estamos a tu disposición y estaremos encantados de ayudarte.